A diario en las consultas psicológicas se habla de la necesidad de que las personas piensen en ellas mismas y se cuiden, aprendan a escuchar su cuerpo y su mente, y se den todo aquello que necesiten en ese momento, aludiendo al concepto de autocuidado como motor para un mayor bienestar físico y psicológico.
Sin embargo, igual de importante es que las personas pongan estas estrategias en marcha, como los terapeutas que trabajan con ellos. El nivel de sobrecarga emocional y mental después una jornada de sesiones intensas con muy poquito tiempo para respirar entre ellas, produce en el terapeuta una sensación de malestar generalizado e incluso puede llevar a la apatía, al sobrepensamiento, a desconectarse tanto de sí mismos, o incluso identificarse tanto con los casos que se encuentran en un estado de desregulación grave, que luego les cueste continuar con su día a día incluso llevándose los casos de la consulta a su propia casa e imposibilitando el descanso y la separación de la vida personal y la vida laboral, o incluso llevando a sentirse agotados emocionalmente experimentando los síntomas de lo que se llama fatiga por compasión. Es por ello muy importante encontrar el equilibrio entre el trabajo y el descanso de los terapeutas. Poniendo en marcha las estrategias de autocuidado que mejor les vengan no solo ayudarán a su salud mental, sino que después, podrán ayudar mejor a sus pacientes, al haber podido desconectar de su carga laboral y conectar con su propio bienestar.
Cada terapeuta tendrá sus recursos para trabajar su parcelita de autocuidado, pero a continuación expondré algunas herramientas que puedan ayudar en el caso de que las propias sean escasas o ya no surtan efecto.
En cuanto al autocuidado externo:
- Uno de los recursos que os propongo es la realización actividades de mindfulness o atención plena, ayudándoos a centrar la atención en el momento presente con ejercicios sencillos como comer algo de manera consciente, focalizándonos en su sabor, textura, en cómo nos hace sentir…también podemos centrar nuestra atención en las cosas que nos rodean, en cómo son, que aspecto tienen, fijándonos en los detalles de los muebles o la naturaleza que nos rodea.
- También suele ayudar la realización de ejercicio físico de bajo impacto como puede ser Yoga o Pilates, ejercicios que ayudan a conectar con un estado de relajación de manera más profunda y nos permite desconectar de lo que ha ocurrido en la jornada de trabajo. También puede ayudar el ejercicio de alto impacto si sientes que necesitas un poco más de dopamina y serotonina en tu cuerpo.
- Además, también es importante que, además de una buena rutina de ejercicio físico, se establezca una buen patrón de sueño y alimentación, que es la base para un buen funcionamiento general en tu día a día.
- A veces también nos ayuda desconectar de las redes sociales proporcionándonos espacios de conexión con uno mismo y de reflexión.
- El contacto social se hace imprescindible, por lo que sería buena idea quedar con amigos a pasear, o simplemente llamarles por teléfono y poneros al día.
- También es importante que aprendamos a gestionar nuestro tiempo de la mejor manera facilitando que podamos tomar conciencia de lo que estamos haciendo y en el caso de ser necesario, delegar la tarea a otra persona o posponerlo para otro momento; o también desglosar lo que queremos hacer en objetivos más chiquititos que puedan ser más abarcables en diferentes momentos.
Con respecto al autocuidado interno:
- Otra de las estrategias puede ser comenzar a escribir un diario donde puedas hacer un seguimiento de lo que ha ocurrido en el día y como te sientes con ello y si hay algo que te haya removido en concreto, puedas analizarlo.
- Dentro de la jornada laboral también podemos cuidarnos, por ejemplo, dándonos un respiro entre sesiones y haciendo algún ejercicio de estiramiento para conectar con nuestro cuerpo
- Autocuidarnos también es saber cuando nos está desbordando un caso y necesitamos supervisarlo con algún compañero que nos dé otro punto de vista y otro enfoque y que nos ayude a salir de ese estado de bloqueo. Y no solo sobre los casos sino sobre cómo te estas sintiendo y que necesitas tú para poder llevar el caso de la mejor manera posible o incluso plantearte la necesidad de derivarlo si te desborda demasiado.
- Es importante regular el lenguaje interno con el que nos hablamos (intentar que sea más cariñoso o compasivo) y evitar responsabilizarnos en exceso de todo.
- Para poder cuidarnos de manera efectiva y eficaz sea hace imprescindible también el establecimiento de límites de manera asertiva tanto externamente como internamente.
Cada terapeuta tendrá sus recursos para trabajar su parcelita de autocuidado, pero a continuación expondré algunas herramientas que puedan ayudar en el caso de que las propias sean escasas o ya no surtan efecto.
