¿Qué es la ansiedad?
En el día a día se emplea en numerosas ocasiones el concepto ansiedad, pero ¿en qué consiste realmente la ansiedad? ¿existen diferencias entre el estrés y la ansiedad?
Se podría señalar como característica común que ambos tienen una respuesta similar, aunque, si atendemos a la funcionalidad, esta es diferente. En el caso del estrés, se puede conceptualizar como una respuesta desencadenada ante una situación de sobredemanda actual que se encuentra presente. Mientras, la ansiedad consistiría en la anticipación de una situación que se valora por la persona como amenazante, pero no está presente aún dicha amenaza, además de que esta última se contempla en términos probabilísticos.
De esta manera, un ejemplo de una situación en la que una persona puede sentir estrés podría ser la entrega de un proyecto en el trabajo con fecha límite en un mes. Un ejemplo de una persona que puede sentir ansiedad podría ser que se encuentre en una situación en la cual siente una preocupación excesiva porque su perro vaya a enfermar cuando no existe ningún indicador presente que lo confirme y la probabilidad no es alta porque no se ha puesto nunca enfermo ni tiene antecedentes conocidos para ello.
¿Qué trastornos de ansiedad podemos encontrar?
Según el DSM-5, manual de diagnóstico elaborado por la Asociación de Psiquiatría Americana, podemos encontrar diferentes trastornos dentro de la categoría de los Trastornos de Ansiedad. A continuación, se realizará un breve recorrido por ellos, en qué consisten y cuáles son sus principales características:
Trastorno de ansiedad por separación
Se trata de miedo o ansiedad excesiva y no esperada para el nivel de desarrollo de la persona asociada a la separación de las figuras de apego. La persona puede anticipar con gran malestar la marcha de las mismas, presentar una preocupación absorbente por la posible pérdida o daño de dichas figuras de apego, que la preocupación excesiva se refiera a la posibilidad de una separación debida a una situación adversa que la propicie (por ejemplo, ser secuestrado), manifestar un miedo excesivo o negación ante la opción de quedarse solo sin estas figuras de apego, y/o presentar quejas recurrentes acera de síntomas físicos si se acerca la posible separación de las personas referentes de apego, entre otros.
Mutismo selectivo
En términos generales, el mutismo selectivo alude al no habla recurrente en contextos sociales determinados, mientras que en otros puede no presentarse dicho problema. Ello conlleva, en numerosas ocasiones, que el niño o adulto presente dificultades a la hora de abordar el día a día en el contexto educativo o laboral o bien en el ámbito social.
Fobia específica
Manifestación de miedo o ansiedad intensa, inmediata y considerada como desproporcionada ante la posible presencia un objeto, animal o situación concreta (ej., perros, inyecciones, volar en avión…). Enfrentarse al mismo supone para la persona un gran malestar y es habitual que intente escapar o evitar del mismo.
Trastorno de ansiedad social
El trastorno de ansiedad social (anteriormente denominado como fobia social) consiste en que ante una/s situación/es social/es, la persona siente un gran miedo o ansiedad, especialmente si se trata de una situación en la que puede ser evaluado o juzgado por parte de otras personas (ej., iniciar una conversación, hablar en público, una comida de carácter social, etc.). Al igual que en la fobia específica, ese miedo o ansiedad se califica como desproporcionado al posible peligro real y la persona intentará evitar afrontar esas situaciones sociales y, si tiene que permanecer en ellas, le generará gran malestar.
Trastorno de pánico
El trastorno de pánico se caracteriza por la presencia de ataques de pánicos no previstos y frecuentes. Un ataque de pánico se puede presentar con diferente combinación de síntomas, entre los que se pueden encontrar: sensación de dificultad para respirar, palpitaciones, sudoración, sensación de mareo, temblores, sensación de ahogo, escalofríos o sensación de calor, dolor en el tórax, malestar abdominal o náuseas, miedo a perder el control, desrealización, miedo a morir, parestesias. La presencia de dichos ataques de pánico desencadena que la persona pueda sentir una preocupación recurrente por otros ataques de pánico y/o la aparición de comportamientos no adaptativos en relación a los ataques.
Agorafobia
La agorafobia se presenta con un miedo o ansiedad intensos relacionados con dos o más de las siguientes situaciones: uso de transporte público, espacios abiertos, espacios cerrados, hacer una cola o estar en medio de una multitud, estar fuera de casa solo. Como se ha mencionado en los anteriores, el miedo o ansiedad es considerado como desproporcionado al peligro real y, además, la persona ante estas situaciones intentará evitarlas, contar con una persona acompañante o bien las sufrirá con gran malestar.
Trastorno de ansiedad generalizada
En el trastorno de ansiedad generalizada (TAS), la persona manifiesta una preocupación y ansiedad excesivas (anticipación aprensiva) que las siente como incontrolables y que persiste la mayor parte de tiempo y que no se limita a una situación o actividad específica, sino que se puede considerar como general o asociada a diversas situaciones y/o actividades. Dicha ansiedad o preocupación excesiva y anticipatoria puede presentarse en forma de inquietud, fatiga, irritabilidad, tensión muscular, problemas de sueño (ej., insomnio de inicio o insomnio de mantenimiento) y/o dificultad para concentrarse.
¿Cómo puede ayudar la psicoterapia?
La sintomatología ansiosa puede conllevar que la persona siente un malestar y sufrimiento intenso que le afecte en los distintos ámbitos vitales y en su día a día. Ello puede suponer que la persona, por ejemplo, deje de salir de casa, se aisle, no exprese lo que le está sucediendo, se incremente la preocupación y el malestar porque focalice su atención en los síntomas, presente dificultades para concentrarse o realizar actividades o rendir en el ámbito laboral, descuide o abandone su ocio y su propio autocuidado, entre otras.
Comenzar un proceso psicoterapéutico de manera precoz puede ayudar a no agravar la situación y el sufrimiento de la persona. Desde NB Psicología, el psicólogo llevará a cabo una minuciosa fase de evaluación e intervención adaptada a las necesidades de cada persona, estableciendo un vínculo terapéutico desde el respeto, la aceptación, el no juicio y seguridad.
¿Por qué es importante la formación?
En NB Psicología apostamos por la importancia de ofrecer una formación de calidad, actualizada y con una perspectiva de psicoterapia integradora, trauma y apego. Contamos con títulos y formaciones propias como el Experto en Psicopatología integradora en la que se realiza un recorrido por aquellas problemáticas que afectan a la salud mental y el bienestar de las personas desde una perspectiva integradora, incluyendo los trastornos de ansiedad. Desde esta perspectiva y formación, el psicólogo conoce las principales características, intervenciones más integradoras y completas que van más allá del síntoma.
Matilde Loeches Galván
Psicóloga sanitaria en NB Psicología